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Terremoto de 1976: Guatemaltecos piden solucionar déficit de vivienda

Cientos de familias guatemaltecas que perdieron sus viviendas por el terremoto de 1976 se asentaron a la orilla de la línea del tren.

Guatemaltecos que viven en las orillas de la línea del tren piden solucionar déficit de vivienda que data desde el terremoto de 1976.
Guatemaltecos que viven en las orillas de la línea del tren piden solucionar déficit de vivienda que data desde el terremoto de 1976. Foto: Edwin Bercián

Decenas de guatemaltecos que residen en asentamientos que se ubican a las orillas de la línea del tren manifestaron este jueves 4 de febrero, en conmemoración de los 45 años del terremoto de 1976.

Los ciudadanos acudieron al Congreso de la República para expresar su inconformidad por la falta de solución al déficit de vivienda, el cual resultó con el referido movimiento telúrico.

Quienes acudieron al Palacio Legislativo conforman la Asociación de Asentamientos de Línea Ferrea (Aconalfer) y exigieron dialogar con diputados por la posibilidad de que sean desalojados de los sitios en los cuales colocaron sus viviendas.

Los manifestantes afirmaron que en época de elecciones, los candidatos los buscan en los asentamientos para hacer ofrecimientos.

Pero cuando estos han ganado los puestos por los cuales compiten, olvidan sus promesas de campaña.

“Si no solucionan el problema de nosotros, pues entonces ya van a ver lo que es la gente de la línea”.

Además, se destacó que la actividad fue organizada y que se desarrollaría de forma pacífica, pero que tampoco permitirían que las fuerzas policiales los intimidaran.

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“Guatemala está herida…”, efectos del terremoto

De acuerdo con los registros, el país fue sacudido por un movimiento telúrico a las 3:01 horas del 4 de febrero de 1976..

El fenómeno natural provocó sorpresa en miles de ciudadanos, quienes aún descansaban.

Derivado del hecho, el ánimo de los guatemaltecos cayó al conocer sobre la pérdida de familiares y ver en escombros el esfuerzo de años de trabajo.

La frase que mitigó el dolor fue pronunciada por el entonces presidente Kjell Eugenio Laugerud García, quien dijo:

“Guatemala está herida, ¡pero no de muerte!”.

Se estableció que el terremoto tuvo una magnitud de 7.5 grados y durante varios días después ocurrieron varias réplicas.

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