El guatemalteco Juan Alecio Samayoa Cabrera, acusado de crímenes de lesa humanidad, fue deportado hacia Guatemala el pasado miércoles dijeron las autoridades migratorias de EE.UU.
Según indica el medio local Boston Globe, Samayoa Cabrera de 69 años es señalado por la justicia guatemalteca de haber torturado y asesinado a pobladores en regiones del altiplano en la década de 1980.
Un ex miembro de las desaparecidas Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), Juan Acelio Samayoa, 69 años, fue detenido por agentes de la #DEIC en la Fuerza Aérea Guatemalteca. Es requerido por un Juzgado de El Quiché, por asesinato, secuestro, daño y robo agravado desde el 20/04/18. pic.twitter.com/PwS2Ew8rKY
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) November 27, 2019
La investigación en Guatemala da cuenta que Samayoa Cabrera era un ganadero oriundo de la localidad de Chinique, en el departamento de Quiché en donde dirigía un pelotón 500 Patrullas de Autodefensa Civil (PAC).
El expediente asegura que este grupo de PAC asesinó a pobladores indígenas en ese sector durante el conflicto armado interno.
Víctimas lo reconocieron
Las autoridades migratorias de EE.UU. arrestaron a Samayoa debido a que ingresó al país de forma ilegal en 1992, cuando solicitó asilo ya que dijo que si regresaba a Guatemala enfrentaría torturas e injusticia.
La solicitud fue rechazada y se ordenó su deportación, decisión que Samayoa apeló en las cortes.
A pesar de que sus vecinos lo calificaron como un humilde jardinero que criaba a sus ocho hijos con su esposa, algunos de los sobrevivientes de las aldeas que supuestamente atacó en los 80’s que también vivían en Providence lo identificaron.
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Luego de su arresto, Samayoa admitió haber estado bajo las órdenes de Cándido Noriega Estrada.
Noriega Estrada fue un excomisionado militar sentenciado a 220 años de cárcel por asesinato en varias comunidades de Chinique, Quiché. Falleció a los 79 años en 2017.
Noriega y Samayoa son acusados por la justicia guatemalteca de tortura, secuestro y violación de adultos y niños; algunas de sus víctimas fueron quemadas vivas, enterradas vivas, matarlas de hambre y desaparición forzada.
*Con información de Boston Globe