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La clave de la felicidad: dejar de querer complacer a todos

¿Te preocupas más por la necesidades de otros que por las tuyas? Es momento de hacer cambios, tenemos la clave de la felicidad. Todos pasamos la vida buscando la clave de la felicidad, el problema está en que muchas veces lo hacemos en los lugares equivocados. Quizás creemos que hacer feliz a otra persona nos […]

¿Te preocupas más por la necesidades de otros que por las tuyas? Es momento de hacer cambios, tenemos la clave de la felicidad.

Todos pasamos la vida buscando la clave de la felicidad, el problema está en que muchas veces lo hacemos en los lugares equivocados. Quizás creemos que hacer feliz a otra persona nos hará sentir felices, o que encontraremos satisfacción en cumplir con las exigencias de los demás.

Esto, con frecuencia, no nos beneficia en lo más mínimo, pues en realidad no estamos viendo por nuestras necesidades, sino depositándolas en alguien más. Se trata de aprender a tomar las decisiones correctas para ti y nadie más. Si piensas que este es tu caso, tenemos que decírtelo: has contraído el síndrome de querer complacer a los demás.

Éste es uno de los más grandes inhibidores del éxito propio, pero no te mortifiques, casi todas la hemos padecido. La necesidad de complacer a todos viene de la misma naturaleza humana, de la sensación reconfortante que nos regala el sentir aprobación de otras personas. Es algo con lo que muchas veces crecemos, el deseo de ‘gustarle’ o ‘agradarle’ a alguien. En tu infancia, seguramente se trataba de tus profesores o tus padres, en la vida adulta, tus jefes, compañeros de trabajo, familia, o amistades.

Cuando estás en un ambiente laboral en el que compartes objetivos con otras personas, por supuesto que es importante integrarse y conectar con ellas, pero si la balanza tiende a inclinarse más hacia su bienestar que al tuyo, deberás comenzar a hacer cambios. Encontrarte a total disposición de otros nunca te llevará a cumplir tus propias necesidades satisfactoriamente. Esto, inevitablemente, se traducirá a un profundo sentimiento de infelicidad e insatisfacción, pues estarás dejando a un lado tus propias ambiciones y metas.

No estás solo, muchos hemos sido víctimas de este síndrome, y no es hasta que sus efectos negativos cobran efecto que podemos verlo con claridad. Sin embargo, no sólo hay malas noticias. Si bien es fácil caer en esto, siempre podremos aprender de nuestros errores y evitar que ciertas situaciones se repitan. Todo estará en cambiar el mindset y corregir de forma consciente el comportamiento. Porque la clave de la felicidad no la tienen los demás, la tienes tu mismo

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