Luego del rescate de 11 niños en el desierto de Nuevo México, Estados Unidos, las primeras investigaciones apuntan a que entre los cincos adultos arrestados se descubrió que uno de ellos Siraj Ibn Wahhaj estaba entrenando a los menores con el fin de que cometieran tiroteos masivos en escuelas.
El testimonio del padre adoptivo de uno de los niños rescatados, señaló que “Wahhaj dirigía un entrenamiento con armas” y que “enseñó a los niños a usar un rifle de asalto para prepararlos para los futuros tiroteos escolares”.
El fiscal Timothy Hasson indicó en el escrito que Wahhaj representaba “un gran peligro para los niños que se encontraron en la propiedad, así como una amenaza para la comunidad en general debido a la presencia de armas de fuego y su intención de usar estas armas de fuego de manera violenta e ilegal”.
Los agentes hallaron en el lugar un rifle semiautomático AR-15, decenas de municiones y cuatro pistolas cargadas.
El pasado viernes, un gran operativo policial culminó con el sorprendente hallazgo de 11 niños, tres mujeres y dos hombres que fueron detenidos en condiciones infrahumanas; sin embargo, continúa desaparecido un niño, el hijo de Wahhaj, de apenas de tres años de edad.